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Genética, miostatina y el neonato que nació más musculoso que tú

Miostatina y desarrollo muscular

La miostatina es una molécula conocida por ser un potente regulador negativo de la hipertrofia muscular (es decir, inhibe la hipertrofia muscular). Los seres humanos y ciertos animales producimos miostatina. Entre más miostatina produzcamos, menor capacidad para aumentar masa muscular tendremos.

Actualmente se sabe que puede existir una mutación del gen de la miostatina, que cause una menor producción de esta y por lo tanto induzca un mayor desarrollo de la masa muscular. Para ilustrar esto, pongamos de ejemplo una especie de res (azul belga) que expresa una cantidad nula del gen de la miostatina, esta especie es caracterizada por su gran desarrollo muscular y la puedes bservar en la imágen de abajo.

Ganado azul belga

Cómo podrás observar, el desarrollo muscular en esta especie de ganado es bastante notorio y mucho mayor que la especie que solemos ver comúnmente.

¿Cómo actúa la miostatina? ¿Cómo inhibe la hipertrofia?

La miostatina se une a receptores en la membrana de la célula muscular, esta unión resulta en la activación de distintas moléculas, tales como la activina receptora de serinas kinasas tipo 1, ALK4 o ALK5 que ejercen efectos en las proteínas Smads 2/3 que posteriormente ejercen cambios en la transcripción genética relacionadas con el aumento en la degradación de proteínas musculares.

En palabras más simples, se une a la superficie de las células musculares y esto provoca una cadena de reacciones moleculares que terminan en aumentar el catabolismo muscular.

El caso del bebé que nació con una alteración en el gen de la miostatina.

Una mujer sana, atleta profesional, dio a luz a un bebé tras un parto normal. No obstante, el niño mostraba un extraordinario desarrollo muscular, con músculos bien desarrollados en sus caderas y brazos. Se verificó su hipertrofi muscular con una ultrasonografía cuando el niño tenía 6 días de edad. A los 4 años el siguió presentando una masa muscular muy desarrollada y era capaz de sostener dos mancuernas en suspensión horizontal con sus brazos extendidos.

Algunos miembros de su familia reportaron ser inusualmente fuertes. Un familiar trabajaba en construcción y reportaba ser caapaz de cargar bordillos por si solo. La madre aparentaba un buen desarrollo muscular, pero no al grado de su hijo.

La figura que se observa a continuación muestra la comparación de una ultrasonografía en el desarrollo del vasto intermedio (VI), vasto lateral (VL), vasto medial (VM), recto femoral (RF) y femur (F) entre este bebé y otro neonato que sirvió como comparación (control).

Imágen tomada de Schuelke y cols. 2004

Como podrás notar, una diferencia bastante notable. El reporte de caso muestra fotos del bebé, me abstendré de publicarlas. No obstante, puedes verlas en el estudio que dejo en las referencias.

La importancia de la genética

Aunque este es un caso MUY particular, nos ilustra la importancia que puede tener la genética. Y es que suena desalentador, suena pesimista, o simplemente es algo no agradable de escuchar pero la genética importa, e importa mucho.

Y es que existen muchos otros factores inhatos, tales como la cantidad de células satélite que pueden ser decisivos entre tener facilidad para aumentar la masa muscular o batallar demasiado para conseguirlo.

¿Significa que todo está perdido si no tienes buena genética?

Un rotundo NO.

Y es que aunque la genética ejerce un papel importante, no es el único, es decir; con esfuerzo y dedicación existe una posibilidad muy alta de que puedas conseguir grandes resultados, tal vez la genética sea decisiva a niveles profesionales, pero si no aspiras a asistir a Mr. Olimpia te queda mucho trabajo por hacer.

Además, ¿Cómo sabes que no tienes buena genética? Existe una probabilidad muy alta de que si no has tenido buenos resultados sea por factores controlables, tales como tu alimentación o la forma en que programas tu entrenamiento, incluso por no ser lo suficientemente constante. Echarle la culpa a la genética antes de tiempo no te hará nada más que desistir sin saber de lo que eres capaz.

Así que lo más importante que te debes llevar de aquí es lo siguiente:

Sí, la genética importa, pero eso no significa que no puedas conseguir grandes cosas si te esfuerzas lo suficiente y lo haces de manera inteligente.

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